La banca abierta (“open banking” en inglés) es un fenómeno que va expandiéndose mundialmente debido a las tendencias globales en busca de innovación, mejor experiencia de usuario, mejor seguridad a la hora de hacer transacciones financieras online y una facilitada integración entre las instituciones financieras y los proveedores de servicios externos como comercio electrónico, casino online, apuestas deportivas, poker online, billetes de todo tipo de transporte, etc. La banca abierta facilita a que los operadores de juegos de azar online puedan acceder datos de instituciones financiaras a través de una interfaz de programas de aplicación (API). De esta manera los procesos de pago son mucho más seguros, rápidos y fluidos.
Las regulaciones de protección varían en los diferentes países, aun así, la dirección en el sector está clara: los operadores deben introducir controles más estrictos, monitorear cualquier señal de fraude en el juego e intervenir cuando sea necesario. Para los operadores el desafío es encontrar la manera óptima para ofrecer protección sin inconvenientes.
Los juegos de azar online siguen siendo una forma de entretenimiento, y garantizar que los jugadores puedan disfrutarlo de manera segura es clave, sin quitar el elemento de diversión virtual. Hay que encontrar el balance para los operadores para que puedan cumplir con las expectativas de las regulaciones mientras ofrece un servicio entretenido para el ocio de los jugadores.
Esta cuestión surge del hecho que la banca abierta tiene sus requisitos, referentes al perfil del jugador. Por ejemplo, imponer restricciones generales sobre los límites de depósitos y gastos no tiene en cuenta las circunstancias financieras de cada individuo. Es más, la información que puede determinar el nivel de ingresos disponibles de un jugador no siempre está disponible. Incluso cuando lo es, los jugadores pueden ser sensibles a la hora de compartir esta información, por temor a que caiga en las manos equivocadas. Se necesita identificar cuál es la cantidad suficiente de datos para saber que el comportamiento de un jugador está en línea con sus ingresos, sin inmiscuir en la privacidad.
En conclusión, la banca abierta da a los jugadores una manera fácil y segura de proporcionar información financiera, además de proporcionar a los operadores la información que necesitan para proteger a sus clientes de casino online y apuestas deportivas, al tiempo que reducen el riesgo de perderlos. Los países en América Latina que vienen priorizando la regulación son México, Brasil, Chile y Colombia.
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